La regulación sin dientes
Antonio Guerrero Aguilar/ Sin afán de provocar a las buenas conciencias, pongo el título de la entrega, referente a la consideración de cierto delegado estatal del INAH: “Nos dan facultades pero no dientes”. Tiene razón, obligación moral y ciudadana la de cumplir y hacer cumplir las leyes. Pero hasta eso, la violación la enarbolan con otra frase retadora: “Se las pasan por abajo del arco de la mona de la Independencia”. Es más fácil pagar la multa y trabajar durante la madrugada o provocar la destrucción para que parezca obra del tiempo y no del ser humano. Por eso mis respetos, a quienes al amparo de las políticas públicas culturales, defienden y promueven nuestro patrimonio tangible. La riqueza de México, está representada a través del legado como de las expresiones ancestrales y actuales. Hombres como Lucas Alamán, Maximiliano de Habsburgos y otros más, se preocuparon en el cuidado de lo que tenemos. En eso, debo reconocer a don Porfirio Díaz, quien proclamó en 1902, la Ley sobr