La puerta se cerró detrás de ti…
Antonio Guerrero Aguilar/
Y el pasado ya no
retornó, se perdió, se quedó en las vivencias como en los recuerdos de quienes
los vivieron y a la distancia, los conocemos por testimonios y referencias de
los tiempos idos. Cuando hacen una demolición o remodelación de una casona, los
detalles, objetos y referentes quedan expuestos y en el abandono, arrejolados y
si bien les va, para su venta. En mayo de 1909, un vecino de la comunidad de
San Jerónimo, llamado Ponciano Peña; acudió con el entonces gobernador don
Bernardo Reyes: le dijo que tenía un portón y que lo quería vender y lo
adquirió. En consecuencia, lo llevaron al museo del palacio de gobierno, para
dejarla en exhibición, junto con otros objetos y artefactos que reunieron los
miembros de la Junta Arqueófila de Nuevo León.
Describen a la
pieza: “de construcción más antigua y de mérito artístico para que la junta
haga las indagaciones correspondientes sobre el origen, fecha de construcción y
demás datos”. Seguramente estaba en una finca, la destruyeron y sacaron provecho
de aquel fragmento del pasado. Los antiguos artesanos, hicieron obras de arte
en relieve, tallado y diseño de pórticos y ventanas, como las que hubo en Villa
de García, Villaldama y Bustamante. En mayo de 1914, entraron los carrancistas
al palacio y se llevaron algunas cosas que tenían en exhibición. De aquel
memorable objeto, algún ser humano se la llevó “y nunca más volviste a
aparecer”.
Qué buen contenido tiene este blog, sigan así, ¡super interesante!
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