El asalto carrancista al palacio
Antonio Guerrero Aguilar/
En abril de
1914, la milicia al mando de don Antonio I. Villarreal, regresó a Monterrey
y se cobró la afrenta de octubre de 1913, cuando fueron derrotados en el llamado "Sitio de Monterrey". Entonces arrasaron prácticamente con todo
lo que vieron a su paso. Hicieron huir al gobernador y asaltaron el palacio de
gobierno, en donde había un local dispuesto como un museo a cargo de la Junta
Arqueófila de Nuevo León. Los de la División del Noreste, vieron los objetos y
se llevaron: una bandera de la intervención francesa, que representó al
Batallón Juárez de Linares, un mosquete de tripie, un espadín de gala, un puñal
de guerra perteneciente a un norteamericano, una espuela de fierro del siglo
XVIII, unos dientes fósiles de llama, dos collares de huesos y conchas, un
raspador de maguey de los “indios de Coahuila”, un gurrón tricolor de seda de
la Reforma, un pañalón de burato morado y negro, una espada curva de la
intervención, un balero para balas de plomo, un cuadro con 45 monedas de varios
países y un retrato de los “indios de Bustamante”. El 26 de mayo de dicho año,
don Santiago Roel solicitó la devolución de las piezas y solo recuperaron la
bandera y el mosquete.
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