La "Casa Real" de Monterrey

 Antonio Guerrero Aguilar/



La muy noble y heroica Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey tiene cabildo desde 1596. Como consejo municipal, tiene por fines, atender los servicios básicos y en consecuencia, marca el rumbo de las políticas o cosas públicas por conseguir como remediar. Las tareas del alcalde, sus regidores y síndicos se hacían en edificaciones muy austeras y sencillas. Como en este tiempo, había necesidades y mucha pobreza y los funcionarios que eran vecinos honorables y honorarios porque no cobraban, tenían apenas una “Casa Consistorial”, porque las juntas e cabildo se hacían en un consistorio o concilio. Cuando llegó don Martín de Zavala en 1626, al ver que los representantes no tenían un sitio en el cual tratar los problemas, pidió al poblador Juan Alonso Bazán que hiciera una “Casa Real” el 27 de febrero de 1653, concluida dos años después, en la cual invirtieron tres mil pesos. En la propuesta que hizo don Juan Alonso, encontramos éste grabado que nos da idea de cómo era el “palacio municipal” del cabildo regiomontano. Por cierto, todas las obras que se hicieron con Martín de Zavala, fueron con recursos suyos. Al morir en 1664, no les restituyeron a sus familiares todo lo que hizo por el bien del Nuevo Reyno de León ni por Monterrey.

Durante aquellos tiempos, tanto el gobernador y sus funcionarios, así como los de la gestión municipal, despacharon con su juzgado, archivo, cárcel, sala de regidores y síndicos, más la oficina del alcalde y del secretario del ayuntamiento. Todo concentrado en unos cuatro o cinco locales situados entre las plazas de armas y del Mercado. Desde el siglo XVII, cerebro y corazón de la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, con un ayuntamiento que precede al honorable congreso del Estado. Todo el conjunto primordial, prevalece en medio y repleto de añadidos que le fueron poniendo.




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