La arqueología conventual

Antonio Guerrero Aguilar/



Donde estuvo el convento de San Andrés, quedaron el patio central del palacio de cristal (así le dicen al municipal de Monterrey), el cruce de Ocampo y Zaragoza como la sede del Círculo Mercantil. El vetusto edificio permaneció tan solo 147 años, pero prevalece en el escudo oficial del Estado diseñado y aprobado en 1943, así como algunos objetos que pudieron salvarse. ¿Qué nos queda del mismo? Su imagen en algunas fotos. Los archivos con toda la información de la impartición de los sacramentos, fueron tirados al río Santa Catarina; afortunadamente se lograron rescatar por miembros de la Junta Arqueófila y los llevaron a la catedral de Monterrey.



Don Amado Fernández Muguerza, logró el resguardo de algunas cosas: una viga labrada con el año de 1752, así como el portón de la entrada principal del Museo del Obispado, la pila bautismal, las campanas se quedaron en el templo y luego santuario de nuestra Señora de Guadalupe en la colonia Independencia. En 1932 cuando estaban haciendo los cimientos del Círculo Mercantil Mutualista hallaron la escultura de Santo Domingo de Guzmán, hecha de piedra y con técnica llamada tequitqui. Excepto las campanas, los otros objetos que nos hablan del convento arrancado por la fuerza del paisaje regiomontano, están en el Museo del Obispado.

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