El monumento a Nuevo León.
Antonio Guerrero Aguilar/
Ya estamos en el
2024. Para muchos, un año electoral como electorero. Aun así, no debemos
olvidar que nuestra entidad federativa cumple 200 años como tal. Hace un siglo,
los nuevoleoneses residentes en la ciudad de San Antonio, Texas, donaron un
monumento con su base, una columna y una escultura de bronce de dos metros de
altura. El 7 de mayo de 1924 las autoridades, el Congreso, los ciudadanos y
donantes acudieron a una ceremonia en el cruce de las avenidas Diego de Montemayor
y la calzada Madero, sin importarles que el monumento aún no estaba terminado,
pues faltaba colocar precisamente la escultura que representa la Independencia.
El caso es que el conjunto escultórico, está marcado por el olvido y el
menosprecio. Por estar en una avenida con intenso flujo vehicular, ha padecido
muchos golpes.
El 6 de
noviembre de 1989 se cayó el ángel, se dañó la cabeza, se le desprendió una
mano y tuvo daños en la base y en los pies. Afortunadamente fue restaurado en
el taller del Alfredo Saldaña. En 1995, propusieron llevárselo a la explanada
enfrente del Congreso para festejar el 170 aniversario de la Constitución
Política de Nuevo León, pero días después, don Israel Cavazos se opuso a que
fuera removido de su sitio original. La base consta de cuatro placas: una
recuerda a Antonio Rodríguez, primer gobernador de Nuevo León. Otra refiere al
Decreto 45 que concede a Nuevo León ser Estado de la Federación. Una más rinde
homenaje al primer Congreso del Estado Libre y Soberano de Nuevo León y en la
placa sur se hace alusión a la colonia neoleonesa de San Antonio, Texas que
regaló el monumento que hoy en día, está a punto de colapsarse.
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