El mausoleo del general

Antonio Guerrero Aguilar/

Tras el umbral del panteón El Carmen, aparecen monumentos de mármol, cantera y piedra. Tantos que la vista no puede detenerse adecuadamente, porque todos llaman la atención. Sobresalen por sus estilos, materiales, formas, arreglos, situaciones, así como los nombres de quienes ahí están y que solo relacionamos a una calle, una escuela, un municipio. Parecen capillas y esculturas que bien pueden decorar alguna plaza, museo o paseo. Al avanzar, inmediatamente se pone su atención en una, la cual parece templo con rasgos propios de la Roma imperial. Su fachada contiene escudos y condecoraciones militares, así como el emblema nacional que alaban las proezas de quien ahí fue depositado. Resalta un arco de medio punto, similar a los arcos de triunfo que levantaban después de alcanzar la gloria en las lejanas campañas.



Pertenece al general Jerónimo Treviño Leal, nacido en Cadereyta Jiménez el 17 de noviembre de 1835. Se hizo militar con Vidaurri, peleó en la guerra de Reforma y durante la intervención, secundó el plan de la Noria y de Tuxtepec, ex gobernador de la entidad en varias ocasiones. En 1884 dejó la carrera de las armas y se hizo empresario como terrateniente. Compadre de Díaz y compañero de Naranjo y Manuel González. Murió en Laredo, Texas el 13 de noviembre de 1914, pocos días antes de cumplir los 79 años. Sus restos fueron regresados a Monterrey, con todos los honores dignos de un héroe. Entonces le pidieron al escultor Miguel Giacomino, la hechura de una capilla funeraria; a través de signos y símbolos, actualizara las hazañas del general. En 1917, sus restos fueron depositados en el Panteón de El Carmen. Grandiosa por fuera, todo el conjunto escultórico le confiere la inmortalidad, mientras por dentro invita a la intimidad como a la oración, con cupo para tan solo unas seis personas. Sobre la entrada principal está un óculo en donde dejaron un busto de Treviño. Encima el entablamento con las cornisas, frisos y el frontón rematado por una cruz.




¿Por qué la describo? En el 2010 se llevaron el busto, dicen que sus restos no están ahí y falta una restauración. La merece, porque hizo grande a la entidad.






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