La obra de Giles
Antonio Guerrero Aguilar/
En 1899, el
médico Amado Fernández Muguerza, le pidió al arquitecto de origen inglés.
Alfredo Giles el diseño de un gran panteón para la ciudad. Venía de San
Antonio, Texas en donde desarrolló una obra considerable. Ya en Monterrey
preparó el pórtico y la capilla del panteón de El Carmen, además de los
mausoleos de las familias Armendáiz y Rivero. A Giles le debemos la casa del ex
gobernador Jerónimo Treviño (1890), los bancos de Nuevo León y Mercantil de
Monterrey, la Reinera, la cúpula del templo del Roble (colapsada en 1905), las
casas de Isaac Garza y Valentín Rivero, la tienda Sorpresa y Primavera, el Arco
de la Independencia, el edificio Sanford, la Botica del León, el puente de San
Luisito (destruido en 1909) y las calzadas Unión y Progreso (Madero y Pino
Suárez) hasta su última obra la fachada del Casino Monterrey (1921), hecha
cuando Giles ya había fallecido en 1920. Su legado fue desapareciendo
paulatinamente de nuestra ciudad. Salvo por unos edificios con reconocido valor
artístico e histórico como el Banco Regional del Norte o el Arco de la
Independencia, y aquéllos que siguen en uso, como el Panteón del Carmen. El
resto de sus edificaciones han sido remodeladas hasta hacerlas irreconocibles o
han cedido a aquel impulso que propició la llegada de Giles a la ciudad.
Paradojas regiomontanas: lo contrataron para poner orden en el progreso, pero
desde hace unos 50 años, paradójicamente ha conformado un grave desorden
urbano.
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