El puente de los Pilares
Antonio Guerrero Aguilar/
Tradición tan
nuestra, la de nombrar y diferencias los lugares llamados igual: entonces los
aniguos dijeron: “arriba” para no confundir con el “deabajo” “grande” por “chico”
o de acuerdo a los apellidos existentes, como el “Topo de los Ayalas” o el de
los “González”. Hubo un tiempo, en que Monterrey tuvo dos presas: la “Grande” y
la Chica”, con dos cortinas que sirvieron como puentes, denominados por igual,
pero con dos cualidades distintas, uno tenía a una virgen y el otro, unas
columnas. Veo la foto y advierto un paisaje extraño como remoto, en un
Monterrey que alguna vez existió.
Se trata de un
puente conocido como de los “Pilares” por las columnas de sillar dispuestas
encima de la barda que además servía como cortina o dique de una represa. La
imagen que vemos, nos remite a la llamada “Presa Chiquita”, ubicada por el
rumbo de Juan Ignacio Ramón, entre las calles de Galeana y Guerrero. Por
cierto, uno de los planos de Juan Crouset, pone al dique o retén de agua arroyo
arriba, por donde estaba la calle del Teatro, actual de Escobedo.
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